lunes, 17 de mayo de 2010

La educación recibida por nuestros profesores.

¡Muy buenas a todos!
Hoy toca dar nuestra opinión sobre la importancia de la educación. Si quisiera hacer un comentario previsible pues podría empezar diciendo que "la educación es muy importante", pero claro, eso es algo evidente. Voy a empezar al contrario. La educación no es muy importante. Y ahora bien, o explico esto, o me voy a llevar más de un comentario, y no precisamente positivo.

Analicemos al ser humano. El ser humano no es sólo una parte física, consta también de su respectiva parte psíquica, de hecho, es su parte más importante. Cuando una persona nace, ya tiene unos rasgos físicos predeterminados que irán cambiando a lo largo de su vida, pero que la persona no ha decidido (dejando a un lado el tema de la cirugía estética, claro está). En cambio, hay otros rasgos que la persona tiene que decidir. Rasgos que realmente identificarán a ésta. Rasgos tales como la simpatía, el egoísmo o la amabilidad. Rasgos que compondrán la forma de ser de la persona.


Obviamente ser una buena persona no es una tarea muy fácil, conlleva un gran esfuerzo. Imagina que tienes que hacer que un niño, sólo un niño, sea una persona educada, responsable, culta, solidaria y trabajadora. Tu tarea consiste en educar sólo a un niño. Pues sería algo que cuesta mucho. ¿Y si lo multiplicamos por 4? ¿Y por 10?
¿Y por 200? ¿No es aún más complicado?
En eso consiste la tarea de nuestros profesores, en formarnos, en conseguir que el día de mañana seamos personas de provecho. Unos pones más interés, otros menos, unos realizan su tarea adecuadamente, otros la confunden con divertir a los alumnos, unos utilizan mejores métodos, otros ninguno.
Pero todos tienen o deberían tener el mismo objetivo. Y en mi opinión, siempre hay maestros que te marcan en tu vida, y no es que sólo tenga dos, pero no puedo nombrar a tantos. A los dos que les he cogido un cariño especial son a : Don Francisco y a Carmen. Fueron dos tutores míos en el colegio. Él me dio lengua y matemáticas. Ella inglés. Os preguntaréis porque digo que son tan especiales. Pues, él porque cada clase que daba estaba llena de ilusión. Vivía su profesión como nadie, y eso que ya llevaba muchos años dedicado a la enseñanza. No sólo me enseñó cosas didácticas, hizo que me llamara la atención ser profesora.
Ahora hablemos de ella. Ella siempre tan linda y tan cariñosa. En vez de maestra parecía una segunda madre. Ella fue la que me confirmó que yo quería ser profesora.

Por un momento deberíamos ponernos en el lugar de ellos, de los profesores, de las personas que no están ahí para darnos la lata, sino para educarnos.Y aunque nuestros padres también colaboran en este proceso de formación, no es lo mismo educar a tus hijos, que ya cuesta, que a 200 alumnos. Es una tarea bastante difícil.
Por eso, terminemos con las tonterías y maduremos a la vez que ello nos van mostrando el camino para hacerlo.

Para concluir con este comentario, voy a volver a la frase con la que empecé este texto: "La educación no es muy importante". Sigo pensando lo mismo. No es muy importante. Es ESENCIAL para ser una buena persona.

Un saludo y hasta la semana que viene.

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