domingo, 20 de diciembre de 2009

Último comentario del año :)

Como todo el mundo sabe, la navidad ya está aquí, y con ella las vacaciones de esta época. Por ello, hoy voy a redactar el que va a ser el último comentario del año.

Pues bien, comenzamos la clase repasando las puntuaciones que teníamos en el último comentario, a la vez que Miguel veía quien había faltado.

Luego pasó a explicarnos el trabajo que debemos realizar en estas navidades, enseñándonos un modelo que el mismo había hecho: primero, elegiremos la comida navideña donde nos reunamos con la familia; segundo, en ese día elegido, haremos unas cuantas fotos, donde se vea la preparación de la mesa, la elaboración de la comida y ésta ya terminada, los adornos navideños (árbol, portal de belén...), si cantamos villancicos... Estas fotos y un pequeños comentario que hagamos referente a nuestra celebración de navidad se los enviaremos al compañero búlgaro, que se encargará de hacer un vídeo. Todo esto esta mejor explicado en el blog "Comiendo por Europa".
Mientras Miguel explicaba este trabajo, surgieron diversos temas de conversación, como el de la ropa interior roja que nos solemos poner el último día del año, la flor de pascua, el árbol, las langostinos de las cenas navideñas..., todo lo hacemos porque las empresas que venden estas cosas nos convencieron de hacerlo ya hace años.
Nosotros no lo veíamos así y Miguel nos explicó que eso es porque es a lo que estamos acostumbrados. Nos puso el ejemplo de una antigua alumna suya que no entendía como había gente que no se bañaba con manopla.
Al fin y al cabo, todo son modas que nos imponen las empresas que salen beneficiadas, y, como la mayoría lo hace, nosotros también.

Después, salió un tema, desde mi punto de vista bastante interesante. Hablamos sobre quien se llevaba a casa la comida que le sobraba después de haber comido en un restaurante, quien no y por que. Los primeros restaurantes que ofrecieron llevarse las sobras eran restaurantes de lujo, es decir, que las personas que se la llevaban pertenecían a la clase alta. Sin embargo, ahora se piensa, que los que hacen esto son personas pobres y sin clase, aunque no es así.

Más tarde, y después de haber comentado que el mejor restaurante del mundo está en Londres, pero que es de un español, Miguel nos contó donde y como se hacían las necesidades antes: nuestros abuelos tenían un hoyo en el corral donde las hacían, pero si nos vamos a Marruecos veremos que allí las mujeres no cocinan con la mano izquierda, porque con ella se limpian el ano. Si nos fuéramos a la época de los romanos, veríamos que la clase alta hacía sus necesidades en una especie de asiento de mármol con un agujero para que se fueran las heces. Antes de ir, mandaban a un criado para que le calentara el asiento, y después, varios se reunían para realizar ese acto (un poco desagradable) mientras conversaban. Cuando habían terminado, se limpiaban poniéndose en un agujero lleno de agua.
Pero sin duda, la manera más higiénica de expulsar estos residuos es en las placas turcas, ya que solo tienen el hueco para situar tus pies, y como no rozas tu cuerpo por ninguna parte, no te ensucias.

Cambiando de tema, Miguel nos puso un vídeo donde se veía a dos alumnos jugando a darse tortas y el profesor pilló al que empezó todo y le dio una bofetada muy fuerte. Al ver esto, Miguel nos contó que en su pueblo una madre le encargó a un profesor que le diera una paliza a su hijo porque éste había tirado una piedra muy grande a la carretera, y podía haber matado a alguien.
Es cierto que hay comportamientos incorrectos, pero pienso que no se deben arreglar mediante la violencia, como por ejemplo, lo sucedido con el primer ministro italiano, al fin y al cabo, fue elegido por el pueblo italiano.
Además, muchas veces, hay casos que ni siquiera hay motivos para estar enfadados y se llega incluso a matar a alguien, como ya pasó en Medina una vez.

Casi finalizando la clase, nuestro profesor nos puso un power point en el que se veían dibujos hechos por un artista que pinta con la boca, que nos muestra como si queremos algo, podemos conseguirlo, ya que nuestras limitaciones, no son una excusa.

Terminamos la clase diciendo que hay cosas imposibles dependiendo del lugar donde hayamos nacido, ya que, por ejemplo, yo no podría ser presidenta de los Estados Unidos.

Pues dicho todo esto, solo me falta despedirme deseándoos a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.

¡Hasta el año que viene!

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